4:30 de la mañana, del pasado día 3 de diciembre, es cuando sonaba el despertador en mi mesilla. Era el disparo de salida para iniciar la aventura del recambio de prótesis de tobillo en Portugal. Ducha, afeitado y desayuno para salir de casa a ir a recoger a Patricia Pérez una de mis manos en quirófano, en la que confió al 200%. De ahí a la terminal 4 del aeropuerto de Barajas de Madrid, dejando el coche a las 7:35 tomábamos el avión rumbo a Oporto.
Una hora después aterrizábamos en el aeropuerto Sa Carneiro de la ciudad portuguesa. Coche a la puerta y en 20 minutos, a pesar del tráfico matutino de cada ciudad. Llegábamos a un hospital privado, donde nos esperaba nuestro colega portugués.
Nos presentaba el caso del paciente que teníamos que tratar, operado varias veces por artrosis de tobillo. Al que se le había puesto ya una primera prótesis que fracasó y una segunda que se había vuelto a luxar. Debido a una deformidad del pie en cavo varo. La última prótesis que se le había puesto era una Cadence. Esta es una prótesis que yo englobo dentro las prótesis de tobillo, que no requiere mucha experiencia para ponerlas.
Empezamos la cirugía sobre las 9 de la mañana, quitando la prótesis que estaba colocada. El problema no era la prótesis en si, si no que el problema era la inestabilidad externa del tobillo que no estaba reparada completamente. Y tampoco el mal alineamiento del pie en cavo varo. Esta es la posición que toma el pie y el tobillo en muchos pacientes con torceduras de tobillo repetidas. En los que no se han reparado los ligamentos después de cada torcedura.
Colocamos el Foot holder y las guías, para alinear correctamente la prótesis. Que hacemos entre Patricia Pérez y yo, ya que la técnico de radiología nunca había visto colocar una prótesis Inbone2. Hicimos el corte en el astrágalo y tuvimos que hacer el de la tibia a mano. Ya que la distancia entre tibia y el astrágalo era mayor que la plantilla de corte, al haberse cortado dos veces que cada prótesis que se le había puesto.
Hecho ya el canal para el componente en la tibia, introdujimos el componente tibial de la prótesis Inbone 2, sin el polietileno. Una vez que hicimos, esto ya sin el foot holder, nos pusimos a colocar el componente del astrágalo. Lo colocamos bien, pero con un polietileno de prueba más grueso. Para compensar el hueso que se había cortado de más. Probamos el movimiento y este era excelente, mucho mejor que el que tenía previamente, pero seguía el pie mal alineado y el tobillo inestable. Seguía la aventura del recambio de prótesis de tobillo en Portugal
En ese momento podríamos habernos quitado los guantes e irnos a comer y tranquilamente al aeropuerto, para volver a Madrid. Pero sinceramente, creo que no debíamos dejar el pie sin corregir. Ya que en ello iría el buen funcionamiento de la prótesis y del tobillo.
Así que manos a la obra, para reparar los ligamentos externos de forma anatómica. Sacamos el tendón del músculo semitendinoso, en una longitud de 25 centímetros. Pero para corregir el cavo varo, no valía cortar el calcáneo y moverlo hacia fuera. Esto se le había hecho y fracasó, porque el problema no estaba ahí.
Por lo tanto tomamos la decisión de hacer un corte en V en la articulación de Chopart y corregir todo con este. Metí dos agujas sobre la que apoye un hoja de sierra e hice los cortes. Una vez extraída esa parte de hueso que cortamos, nos permitió dar al pie un arco normal. Pero a la vez pasar de estar el talón en varo a valgo. Lo fijamos adecuadamente y rápido a reparar los ligamentos externos.
Una buena incisión sobre el maléolo externo, me mostró que no se había retirado un montón de osteofitos de la parte externa del tobillo. Perforamos un orificio en el peroné, por el que pasamos el tendón que habíamos extraído y que sería el nuevo ligamento. Fijando una parte en el cuello del astrágalo y luego la otra parte en el calcáneo. Pero como todo era difícil, no teníamos un tipo de aguja para suturarlo. Por lo que tuvimos que idear una solución para conseguirla. Como veis todo era una carrera de obstáculos. Pero al final conseguimos darle la estabilidad que queríamos a la articulación.
Cuando dimos el último punto de sutura al nuevo ligamento, ya eran las 2:15 de la tarde y nuestro avión salía a las 4 menos cuarto. Nueva carrera, al vestuario y salimos zumbando hacía el aeropuerto. En vez de una comida sentados y tranquilos, unos bocadillos y dos croquetas fue todo lo que nos llevamos a la boca.
Embarcamos en el avión de vuelta y camino de Madrid, llegando cerca de las 7 de la tarde. Teniendo en cuenta la diferencia horaria entre Portugal y España. Volvimos a nuestra casa, nueva ducha y cena porque al día siguiente teníamos quirófano nuevamente para operar tres pacientes uno de ellos con Charcot-Marie-Tooth en ambos pies.
Esto ocurrió como os he contado, pero volvimos con la satisfacción de haber solucionado el problema del tobillo de este paciente portugués. Esto era lo más importante arreglar el pequeño desaguisado que tenia en esa articulación. Pero por nosotros por el buen sabor del trabajo bien hecho.
La aventura del recambio de prótesis de tobillo en Portugal, acabó bien y prueba de ello son las Rx que nos enviaron para comprobar que todo estaba corregido. Espero que pronto vuelva a caminar, con el pie y el tobillo bien curado. Gracias a Dios pudimos solucionar el problema tan gordo que tenía. Un poco cansados pero felices del trabajo bien hecho.
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