Hola!
No es la primera vez que os escribo, sobre la secuela que producen los síndromes compartimentales que ocurren en la piernas. Está secuela generalmente es un pie equino varo, al lesionarse de forma más frecuente el compartimento posterior profundo que aloja a los músculos flexores de los dedos y al tibial posterior.
No siempre estos síndromes aparecen por fracturas de tibia o por traumatismo graves o compresión continuada de la pierna. Este caso que os traigo es el de una paciente joven, que tuvo una tumoración en el retroperitoneo que se había extendido a la pelvis, afectando a la arteria iliaca externa. Los cirujanos que la operaron, al resecar la tumoración tuvieron que retirar la arteria iliaca derecha. Por lo que los cirujanos vasculares tuvieron que poner un injerto desde la iliaca izquierda hasta la arteria femoral. Al entrar la sangre nuevamente en la pierna, se produjo el síndrome compartimental. Cuando los cirujanos abrieron los compartimentos de la pierna, se habían afectando todos, el anterior, y los dos posteriores. Se resecó mucho tejido necrosado, pero a pesar de eso los músculos que quedaron con el paso de los meses, fueron deformando el pie hasta dejarlo en equino y en varo, con todos los dedos en garra.
En esta situación una vez recuperada la paciente, apareció en la consulta en silla de ruedas, con una importante deformidad del pie, pero sobre todo, porque no podía poner el pie en el suelo y tampoco andar.
Hace 15 días la hemos operado, descomprimiendo todas las estructuras de la pierna, para mejorar el aporte de sangre, posteriormente hemos retirado , todos los músculos que se necrosaron. Con esto conseguimos que los dedos del pie se pudieran extender. Liberamos el tobillo de los tejidos blandos y por último estabilizamos el pie corrigiendo su deformidad. Se puede ver en la foto que hemos tomado como el aspecto del pie ha cambiado por completo.
Ahora el pie es plantígrado, su tobillo ha vuelto a ser movíl y el pie ya está corregido para que dentro de unas semanas pueda empezar a caminar.
Como veis tratamos un increíble número de pacientes con pies equino varos, producidos por una variedad muy numerosa de causas, desde congénitas hasta por síndromes compartimentales.